La adolescencia es una etapa de maduración neurobiológica y social, donde el desarrollo del juicio moral y la regulación emocional aún están en proceso. Sin embargo, el sistema de Ley Penal Juvenil parece ignorar esta realidad, ajustando sus criterios según lo que resulta más conveniente para los adultos, en lugar de basarse en evidencia científica y legislativa coherente.
1. Neurociencia y Desarrollo Adolescente
Estudios en neurociencia han demostrado que la corteza prefrontal, encargada de la toma de decisiones, el juicio moral y la regulación emocional, continúa desarrollándose hasta bien entrada la adultez. Esto significa que los adolescentes tienen una menor capacidad para evaluar riesgos y controlar impulsos en comparación con los adultos.
A pesar de esta evidencia, en Chile la Ley N° 20.084 de Responsabilidad Penal Adolescente establece que desde los 14 años los adolescentes pueden ser imputados penalmente. Esto contradice principios de derecho internacional, como la Convención sobre los Derechos del Niño, que exige un tratamiento diferenciado para adolescentes en materia penal.
2. Incongruencias en la Legislación
El sistema de Ley Penal Juvenil presenta contradicciones evidentes en la forma en que trata a los adolescentes:
🔹 Se les exige responsabilidad penal, pero se les niega autonomía política y económica: Pueden ser juzgados por delitos graves, pero no pueden votar ni administrar su propio dinero sin autorización de un adulto.
🔹 Se les castiga como adultos, pero se les limita en la toma de decisiones sobre su salud: En Chile, los adolescentes no pueden acceder a ciertos tratamientos médicos sin el consentimiento de sus padres.
🔹 Se endurecen penas, pero no se fortalecen los sistemas de protección: La reducción de la edad de imputabilidad no ha ido acompañada de un aumento en programas de prevención y reinserción.
🔹 Identidad de género: La Ley de Identidad de Género permite que adolescentes mayores de 14 años rectifiquen su nombre y sexo registral, pero solo con autorización de sus representantes legales y mediante un proceso judicial, lo que limita su autonomía en este ámbito.
3. Políticas de Protección: ¿Realmente Miramos a los Adolescentes?
Chile ha avanzado en la protección de la infancia con la Ley N° 21.430 sobre Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia. Sin embargo, la aplicación de estas garantías sigue siendo insuficiente frente a la criminalización de adolescentes.La Política Nacional de la Niñez y Adolescencia 2024-2032 busca fortalecer el bienestar infantil, pero aún enfrenta desafíos en la implementación de medidas efectivas para la prevención del delito juvenil.
Finalmente, el sistemade Ley Penal Juvenil en Chile no está realmente mirando a los adolescentes, sino que ajusta sus reglas según lo que resulta más conveniente para los adultos. La evidencia científica y legislativa demuestra que la criminalización temprana no es la solución, y que la adolescencia debe abordarse desde la protección, el acompañamiento y la prevención, en lugar de desde el castigo.
Es momento de repensar la justicia juvenil y avanzar hacia un modelo que realmente proteja y comprenda a los adolescentes.